Llega al Paraguay

Del 27 al 30 de octubre de 1966 se realizó en La Piedad, el primer Cursillo de Cristiandad. El N° 1 de Hombres. La semana siguiente se dictó el Cursillo N° 2 de hombres, con el mismo equipo, reforzado por el P. Clemente Mc Millan, CSSR (Redentorista) y 4 auxiliares paraguayos del Cursillo anterior. El evento resultó un éxito en todos los sentidos.

Todo esto fue posible gracias a la inquietud, generosidad, pero por sobre todo mediante la dedicación del Padre Clemente, quien fue la persona inspirada por el Espíritu Santo y a quien hoy recordamos con respeto y cariño, como el iniciador y primer Asesor de los Cursillos en nuestra tierra, en recordación a él, la casa de Cursillos de Puente Remanso lleva el nombre de San Clemente.

Los hombres sintieron la necesidad de poner al unísono a sus esposas y también pidieron Cursillos para ellas. Venezuela envió un equipo completo y el 1er Cursillo de mujeres se realizó del 12 al 15 de enero de 1967. El 2° Cursillo de mujeres se realizó la semana siguiente, del 19 al 22. Actuaron ya 3 auxiliares paraguayas. En ambos Cursillos hubo muy buena selección y muy buenos resultados. A partir del 5° Cursillo de hombres y el N° 4 de mujeres se empezaron a realizar los Cursillos exclusivamente con dirigentes paraguayos. Los anteriores se realizaron gracias a la bendición de Dios y María Santísima y a la gran generosidad en todos los aspectos de los hermanos venezolanos.

Por esa época; se formaron los Secretariados; el primero de ellos fue el Arquidiocesano, siendo el primer Presidente, Carlos Berino, quién hizo el primer Cursillo de hombres.

Recién después de 3 años (1969) y un par de meses del 1er. Cursillo de Cristiandad, el Secretariado Arquidiocesano de Asunción promovió la creación del Secretariado Nacional, ya que para esa fecha, el Movimiento se había extendido a las Prelaturas de Cnel. Oviedo y Encarnación, las cuales, habían constituido ya sus respectivos Secretariados.

Por aquel entonces ya se habían dado en conjunto, 35 Cursillos de Cristiandad en el Paraguay, por tanto, se vio como una necesidad y muy justificada la creación de un organismo “coordinador, promotor y orientador”, dependiente de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP), los Obispos también lo creyeron así, y aceptaron la propuesta de los Laicos, de crear el Secretariado Nacional del Paraguay.