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Casi todos los días del año litúrgico al abrir el misal me encuentro con la invocación al “Dios Todopoderoso y Eterno”. Les confieso que, hace ya un tiempo, que sistemáticamente cambio esa invocación por otras como “Dios Padre de misericordia” o “Dios misericordioso y fiel”. Creo que no se trata de un capricho personal, sino de una convicción evangélica.
Llevo años orando con el Evangelio del dìa, y les confieso que no he encontrado en labios de Jesùs que El haya llamado a Dios todopoderoso y eterno. Lo màs frecuente es que cuando Jesùs habla de Dios le llama Abba, (“papito”) y cuando nos ofrece con su testimonio còmo es nuestro Dios, nos presenta la imagen del “Padre misericordioso” (Ls. 15), del “Samaritano compasivo (Lc. 10) , del “Padre que sabe lo que necesitamos” (Lc. 12), o del “Rey en el Juicio final” (Mt. 25), y muchas otras.
Meditando en el Jesùs del Evangelio, llegamos fácilmente a la conclusión de que lo tìpico del Dios de Jesùs no es el poder, sino la compasión y la misericordia. O si lo que a nosotros nos llama màs la atención es el poder de Dios, podemos decir que es Todopoderoso en el amor: su poder està en el amor; amor que es debilidad, que llega al extremo de dejar que maten a su Hijo por amor a la humanidad.
El modelo que Jesùs nos presenta a nosotros no es la santidad, como expresa el Antiguo Testamento, en el libro del Levìtico 19, 2: “Sean santos porque Yo, vuestro Dios, soy santo”. El modelo que nos presenta Jesùs, según la versión de Lucas (en 6, 36), es: “Sean compasivos (o misericordiosos) como lo es su Padre de vds.” En síntesis, Jesùs habla muy poco sobre el cumplimiento de la Ley y del pecado; pero habla y practica mucho sobre la compasión y la misericordia, como características del amor de nuestro Padre celestial.
A nosotros, cristianos, discìpulos y seguidores de Jesùs, ¿se nos reconoce por nuestro amor misericordioso y compasivo hacia nuestros hermanos que sufren? Yo diría que, en su gran mayoría, no. Y vds. ¿què dicen?
R. Juste
